El cielo traza sueños que se vuelven traslúcidos entre nubes y estrellas. Y cierras los ojos, y sigues soñando. Y al final llega un momento en el que te das cuenta de que estás soñando despierta, y que estos no son más que tus compañeros de viaje, un naufragio de pensamientos, de sensaciones, de ilusiones, de sueños irrealizables, pero en ese mundo te atreves a creer en imposibles, a pensar que nada malo pasará, a soñar dentro del propio sueño, a desplegar las alas y volar, volar a ninguna parte y a ningún lugar, simplemente sentir como la brisa acaricia tus alas, como el sol calienta tus mejillas y como tus pies rozan el frio agua.
Y decides hacerles un hueco y que naveguen por tu alma, regalándoles una hermosa sonrisa, pero sabes que no son más que sueños y que la realidad dista mucho de esas ensoñaciones, pero sabes que un alma sin sueños caerá en el olvido, por eso te atreves a soñar, a imaginar gotas de todos los colores, a dejar que los sueños efímeros dejen paso a algunos más duraderos, que algunos desaparezcan para dejar paso a otras nuevas ilusiones, sueños cada vez más reales, hasta que dejes de soñar para vivir la realidad de tus sueños.
que bonito titulo :P y preciosa entrada tb!! :))
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