domingo, 3 de abril de 2011

Azahar

Aquella cálida noche de primavera, caminaba plácidamente tarareando una canción hacia ninguna parte, hacia ningún lugar, dejé que mis pies me guiarán hacia algún lugar desconocido e insólito y allí fue donde toparon con unos pequeños peldaños envejecidos por el paso del tiempo en los que decidí acomodarme, desde allí podía inspirar ese delicioso aroma a azahar que impregnaba el ambiente, refugiada por ese inmenso manto de estrellas que me observaban desde la lejanía, contemple como se escondía entre unas traviesas nubes aquella temerosa luna llena que me hipnotizaba con su magia, destellos de sueños, de ilusiones, de anhelos, de ideas, de inquietudes… comenzaron a divagar por mi mente y todo mezclado con ese toque de azahar se apoderaron de mí sucumbiéndome en la controversia de mi pensamiento.

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