viernes, 29 de octubre de 2010

Salta

Hay veces que tienes un gran montón de arena, que has ido construyendo poco a poco, grano a grano, pero llega un punto en el que comienza a desmoronarse o es arrastrado por el viento y todo lo que habías forjado se convierte en un caos, pero ese caos puede ser una nueva base, un nuevo comienzo.

A veces algo nuevo, asusta, se tiene miedo a lo desconocido, es normal, al riesgo de una nueva aventura, al cambio, a la soledad, pero se ha de romper el miedo a avanzar, a eso que te retiene, que te impide ver con claridad, libérate de las cadenas que te retienen y te impiden salir de tu mundo, tu guarida, tu rincón.

Has de seguir tu propio camino, tu propio instinto, tus propias metas, tus propias ideas, asumir el riesgo y saltar del acantilado, porque quizás sepas volar…


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