He recordado que la vida está llena de momentos maravillosos, aquellos que cuando recuerdas con el paso del tiempo, es inevitable que te saquen una sonrisa de los labios.
Decir que la felicidad nunca tendrá limites, que la palabra amor y amistad aparte de figurar en el diccionario también están escritas en el corazón y en el alma, que la vida es tan simple como vivir cada momento como si fuera el último, que eso de imposibles, solo es de cuentos… que se puede hablar con tan solo una mirada… que a los obstáculos se les puede llamar oportunidades, que a veces un poco de algo ya es mucho, que hay que darle valor a las cosas no por lo que valen, sino por lo que significan.
Que cuando las cosas se pongan difíciles o parezcan imposibles debemos venirnos arriba, sobreponernos, vencer cualquier posible obstáculo, derribar muros e intentar salir campeón de la contienda.
La vida se compone de miles de pequeños detalles que la engrandecen, nunca hay que dejar de maravillarse con todo lo que nos rodea, aunque puedan parecer cosas insignificantes.
Hay que sacar el mayor partido de cada momento, ya que los recuerdos están hechos de momentos especiales, atesorar todos los que se pueda, recordar los ya vividos, porque vivir el momento presente con intensidad disipa los pesares, la vida es que cada nuevo amanecer nos da la oportunidad de hacer las cosas como queramos hacerlas.
También he recordado que las metas nos dan un motivo para levantarnos cada mañana, estas metas hacen que las épocas difíciles sean llevaderas y que los momentos buenos sean todavía mejores.
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