Bueno en esta ocasión escribir un poco sobre cine, sobre algunas grandes películas, al menos para mí."¿Quería matarme? Bajo esta capa no queda carne, ni sangre que se pueda matar. Solo hay una idea.
Las ideas son a prueba de balas".
Bueno en esta ocasión escribir un poco sobre cine, sobre algunas grandes películas, al menos para mí.
Transcurridas unas horas, la oscuridad de la noche empezó a fundirse en la blanquecina claridad del día, los primeros rayos de sol despuntaban desde lo más alto de las copas de los árboles cercanos y las finas gotas de rocío aún permanecían en las hojas y ramas de cuanto había a su alrededor, todo en medio de un hermoso susurro, caminaba sin prisa, esquivando ágilmente las ramas que se interponían en su camino, le encantaba adentrase en la profundidad de la selva e inspirar el conjunto de aromas que se disipaban a cada paso que daba. Cada vez estaba más cerca, cada vez quedaba menos, hasta que allí estaba. Ese gran árbol, trepó no sin dificultad por su fría corteza, a cada paso que subía el dolor lo recorría por dentro, pero aun así seguía escalando, hasta que llego al punto más alto. Desde allí podía contemplar la grandiosidad de cuanto había a su alrededor, respiró profundamente y gritó:
Por fin, por fin soy LIBRE.
Tenía miedo, pero ¿Y qué?, estaba asustada… ¿Y qué?, sabía que había llegado el momento de hacer algo, decir algo, las cosas no suceden siempre por si solas, sabía que era el momento de actuar, de arriesgarse a conseguir eso que tanto ansiaba, que tanto deseaba, que tanto anhelaba… pero ¿Y si salía mal? … Qué más da… se repetía una y otra vez… Si no arriesgo no pierdo, cierto, pero tampoco gano… además quizás no lo consiga… pero siempre podré volver a intentarlo, quizá salga mal ¿Y qué? De todas formas no tengo nada que perder… es más lo haré, no puedo seguir aquí sentada, sin hacer nada, consumiéndome, tengo que salir, tengo que intentarlo, sino hago nada, nunca pasará nada y mi todo se convertirá en nada y la nada en mi todo.
Entonces totalmente decidida se levantó abrió los amplios ventanales y dejó que la luz la inundase.
Al principio no es más que una bruma en el horizonte, así que observas y observas, luego es una mancha, una sombra en la lejanía, pasa un día y otro día y la mancha se extiende a lo largo del horizonte, tomando forma hasta que al tercer día te permites creer, te atreves a musitar la palabra tierra, Tierra, vida, resurrección, auténtica aventura, que florece en un paraje insólito más allá de la inmensidad, una nueva vida…
No es que oculte lo que piensa, sencillamente es que a veces no sabe qué pensar. No es que esconda lo que le pueda inquietar, lo que ocurre es que le inquieta no saber qué es lo que esconde. Y resulta que todo eso es más poderoso que la propia ignorancia, un desconcierto y a la vez un desconocimiento que inhabilitan sus palabras. Es un conjunto de estímulos que desembocan en lo que parece una proliferación compleja y a la vez contradictoria de un cúmulo de emociones, anhelos o incluso de ideas que no dan lugar a un discurso articulado.