sábado, 29 de mayo de 2010

No tengas miedo


9ª Sinfonia de Beethoven


Ni siquiera sé cómo empezar a escribir, multitud de ideas agolpan mi cabeza tratando de quedar plasmadas, en un oscuro rincón.

Hablemos de la sociedad, sí, esa sociedad inmersa en la nebulosidad, que impide ver a aquellos que en ella se encuentran, sucumbidos por ella, y arrastrados a un redil, como un puñado de ovejas, ovejas que no ven más allá, que temen salir de esa neblina, que temen tomar conciencia de la realidad en la que viven, prefieren ser influidos y manipulados, a actuar por ellos mismos, a seguir sus propias ideas, sus propios principios, sucumbidos por ese temor a la “libertad”, prefieren estar en ese lugar donde impera la hipocresía y la falsedad.
 
Pero yo te digo, no temas desplegar las alas, sal del Laberinto de Creta, vuela como lo hizo Dédalo.

Sé un Ulises, sin miedo a enfrentarte a las atrocidades, sin desesperar por el tiempo que transcurra para poder alcanzar tu ansiada Ítaca.

Un Hércules sin temor a realizar esos 12 trabajos, llenos de peligros y misterios, un Atila formando un imperio.

No dejes que Hyde se apodere de Jekyll, haz que Jekyll se adueñe de Hyde.

No temas enfrentarte a el mismísimo Hades en las profundidades del Inframundo.

Sé como los mares tranquilo, paciente, constante, pero al mismo tiempo como su oleaje, fuerte, perseverante, resistente, con coraje, determinación, ímpetu, sumérgete en él sin asustarte de que Poseidón sepa que te adentras en sus dominios.

Disfruta de todo aquello que te rodea, trata de ver más allá, de entender el por qué de las cosas, disfruta, piensa, imagina, ilusiona, crea, lucha, ríe, llora, siente, en definitiva vive, no temas el dolor o el sufrimiento, a fin de cuentas sufrir nos hace sentir vivos, apreciar los momentos felices, darnos cuenta de lo que verdaderamente es importante, valorar lo que merece la pena y lo que no.

Deléitate con esa novena sinfonía compuesta por ese compositor alemán que ni siquiera pudo oírla en toda su extensión y que ahora tú estás escuchando.

No temas los fracasos, ahí tienes a Edison, él no fracaso 2000 veces en su intento de crear el filamento de una bombilla, sino que descubrió 2000 maneras de cómo no hacerlo.

No temas volar, despliega las alas y roza esas regiones formadas por gases y polvos, esas nebulosas donde nacen o se extinguen las estrellas.


Vive tu sueño, convierte ese sueño en una realidad.